Número de visitantes, segregación social,
daño ecológico y seguridad, puntos álgidos del debate.
El cierre preventivo de la quebrada La
Vieja –avenida Circunvalar con calle 71–, decidido gracias a la presión de
vecinos de Rosales, y que esta semana completó dos meses, parece no tener fin.
Aunque el Acueducto entregó a la
Corporación Autónoma Regional (CAR) los estudios de carga –que deben aclarar el
verdadero número de visitas que soporta la quebrada–, ambas entidades no han
acordado una fecha de reapertura.
La Corporación afirmó que, hace tres semanas, se reunió en una mesa técnica con la EAB y les solicitaron algunos ajustes a los estudios que estos últimos realizaron.
“Desde entonces no nos han llegado dichas modificaciones. Hasta que el Acueducto no las entregue, el sendero no se puede reabrir”, señalaron los voceros de la CAR.
La Corporación afirmó que, hace tres semanas, se reunió en una mesa técnica con la EAB y les solicitaron algunos ajustes a los estudios que estos últimos realizaron.
“Desde entonces no nos han llegado dichas modificaciones. Hasta que el Acueducto no las entregue, el sendero no se puede reabrir”, señalaron los voceros de la CAR.
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